Omar D. Cortés-Enríquez, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Norberto López-Serna, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Amairani Hernández-Gallegos, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Mónica T. Yáñez-Caballero, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Diancil A. Ibarra-Llamas, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Iván A. Zamarrón-Segura, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Fabiola B. Guerra-Salinas, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Víctor M. Beltrán-Aguilar, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Anahí Carrazco-Chapa, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
César A. Rivero-Zambrano, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Andrés M. Ortiz-Ríos, Facultad de Medicina, Departamento de Embriología y Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Antecedentes: En México las anomalías congénitas representan una importante causa de mortalidad en los menores de un año y en los niños de entre uno y cuatro años. En el país se lleva a cabo el registro de los defectos del tubo neural y las principales malformaciones craneofaciales, así como un registro semanal de siete anomalías congénitas de interés epidemiológico: espina bífida, anencefalia, encefalocele, microcefalia, labio/paladar hendido, sífilis congénita y rubeola congénita. Objetivo: Observar la tendencia de la frecuencia de presentación de estas patologías en las últimas dos décadas. Métodos: Se revisaron los boletines epidemiológicos de la Secretaría de Salud desde el año 2000, registramos los casos reportados de las anomalías congénitas de interés epidemiológico y calculamos la incidencia por cada 100,000 nacimientos de cada año para observar cómo ha ido evolucionando. Resultados: De las siete patologías evaluadas, cinco muestran una tendencia estable o a la baja y dos (espina bífida y sífilis congénita) muestran una tendencia a la alta. Esta tendencia comenzó en el año 2012 en el caso de la espina bífida y en el 2015 para la sífilis congénita. Conclusiones: Es importante incrementar las acciones preventivas de anomalías congénitas en México y garantizar el acceso a una atención prenatal oportuna y de calidad.
Keywords: Congénito. Defectos del tubo neural. Paladar hendido. Microcefalia.